Una mochila, morral o bulto es un recipiente para llevar el equipaje, por lo general sujeto a la espalda por medio de correas o bandas que pasan por los hombros y se atan a la cintura. Su uso ha generado el término mochilero.
También puede asociarse esta palabra al saco o bolsa de tela fuerte que llevan sujeta a la espalda los cazadores y excursionistas.
Existen diversos modelos de mochilas, según sea el objetivo específico: escalada, senderismo, viaje, militar y portabebés, por nombrar algunos. También existen las llamadas mochilas de hidratación, fabricadas para portar en su interior un depósito de agua, y que disponen de una manguera que pasa sobre el hombro. Si se clasifican por su capacidad, se pueden dividir en tres grandes grupos:
Hasta 40 litros: Estas son utilizadas para actividades de una jornada o para ataque.
De 40 a 65 litros: Su uso más habitual es para actividades en las que por lo menos se va a pasar una noche fuera, ya que es necesario llevar el saco, funda de vivac, hornillo, etc.
Más de 65 litros: Este tipo de mochilas se utiliza para actividades de varias jornadas o para realizar porteros.

Mochilas urbanas
Esta denominación abarca mochilas con características diversas pero que tienen en común los siguientes aspectos:
Son mochilas con una capacidad menor a 25-30 litros.
Son versátiles, ya que pueden ser usadas tanto para ir a trabajar como para salir. Incluso para viajar con ellas.
Son ergonómicas.
Generalmente suelen ser mochilas de moda.
Existen diseños de mochilas urbanas para hombre5 y para mujer,6 aunque la mayoría son unisex.
Pueden estar fabricadas en diversos materiales como cuero, poliéster, poliuretano, PET, vinalón o nailon, entre otros. Sus elementos suelen ser resistentes para aguantar con garantías el día a día y el uso reiterado.

